12/03/2010

Háblame, pero háblame

Háblame de tus silencios
y de tus sueños aturdidos,
de tu  Corazón escondido,
de la conciencia de un verso.

Háblame de tus recuerdos,
de lo que te llevaste en la pasión,
de lo nunca dijiste.
Háblame, pero sincero,
no con remilgo de aventuras,
no con misteriosos cuentos.

Háblame de tu necesidad,
de lo que sientes por dentro.
Háblame, pero háblame,
no con la fatiga de un esfuerzo.
Háblame con la verdadera palabra,
con tu realidad, con los hechos

Háblame sin mesuras ni despechos.
Háblame con libertad,
pero háblame con el pecho,
con la alegría de verte,
con el saludo en tus labios,
con el coraje del viento.

Háblame de tus presiones,
de tus interiores y desechos,
pero háblame sincero,
sin que quede nada dentro.
Háblame de tu ser.
Háblame con tu amor.

¡Háblame que éste te da…
el derecho!

1 comentario:

  1. Hay silencios tan pesados que nos dejan sin aliento.

    Maravilloso texto.

    Un abrazo

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